Sin apenas dinero ni más oficio que el de escribir, se dedica a enseñar inglés a hijos de familias adineradas. Tras cuatro años de silencio por fin logra contactar con varios directores de cine europeo. Entre ellos estaba también Yan Kim Song, un joven director surcoreano que recorría el viejo continente en busca de imágenes e ideas para nuevos proyectos. Tras leer el guión de Home Sweet Home, Kim Song se siente feliz. Cree haber encontrado la idea que occidente le debía después de años viajando por sus tierras. En no más de un mes, el surcoreano estará preparado para mostrar al mundo una nueva versión del clásico.
Hendershoot se horrorizó al ver esta nueva versión. Tal fue su decepción que decidió retirarse a un pequeño pueblo del Mediterráeo francés a pensar y escribir. Sin albergar ya deseo ni esperanza de transformar alguno de sus guiones en imágenes filmadas.
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